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Nuevos efectos cerebrales detrás de «Runner’s High»

Después de un largo y agradable ejercicio aeróbico, algunas personas experimentan lo que se conoce como «runner’s high»: una sensación de euforia junto con una ansiedad reducida y una menor capacidad para sentir dolor. Durante décadas, los científicos han asociado este fenómeno con un mayor nivel en la sangre de β-endorfinas, péptidos opioides que se cree que elevan el estado de ánimo.

Ahora, investigadores alemanes han demostrado que el sistema endocannabinoide del cerebro, el mismo afectado por el Δ9—tetrahidrocannabinol (THC) de la marihuana, también puede desempeñar un papel en la producción de subidón de corredor, al menos en ratones (Proc. Natl. Acad. Sci. USA 2015, DOI: 10.1072 / pnas.1514996112).

Los investigadores se toparon con el sistema endocannabinoide como posiblemente involucrado porque observaron que las endorfinas no pueden pasar a través de la barrera hematoencefálica, dice el miembro del equipo Johannes Fuss, que ahora está en el Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf. Por otro lado, un endocannabinoide soluble en lípidos llamado anandamida, que también se encuentra en niveles altos en la sangre de las personas después de correr, puede viajar de la sangre al cerebro, donde puede desencadenar un subidón. «Sin embargo, nadie había investigado los efectos de los endocannabinoides en el comportamiento después de correr», dice Fuss.

Para explorar cómo están involucrados los endocannabinoides, el equipo familiarizó a un grupo de ratones con correr en una rueda de ejercicios regularmente. Luego, los investigadores dividieron el grupo en dos grupos de ratones: uno que funcionaría durante cinco horas y otro que permanecería sedentario. Poco después de su carrera de cinco horas, los roedores del primer grupo mostraron un comportamiento mucho menos ansioso que el conjunto sedentario cuando se expusieron a la llamada prueba de caja de luz oscura. En esta prueba, la ansiedad de un ratón se mide por la frecuencia con la que el animal se lanza desde áreas bien iluminadas hacia la oscuridad para esconderse.

De manera similar, los ratones en el grupo de correr tuvieron una mayor tolerancia al dolor que los del grupo sedentario, medida por su tendencia a saltar o lamer sus patas cuando se colocan en una placa caliente.

Finalmente, los investigadores realizaron estos mismos experimentos en ratones a los que se les administraron antagonistas endocannabinoides y endorfinas, moléculas que bloquean los receptores cannabinoides y opioides en el cerebro, respectivamente. Los antagonistas de endorfinas no afectaron significativamente los resultados, pero los ratones tratados con antagonistas endocannabinoides y los ratones modificados genéticamente para carecer de receptores endocannabinoides seguían ansiosos y sensibles al dolor a pesar de haber corrido durante horas.

Los hallazgos del equipo sugieren que los endocannabinoides como la anandamida ayudan a causar el subidón del corredor. «Los autores han avanzado en el campo al proporcionar una visión completa de cómo este sistema de recompensas clave está involucrado en permitir que el ejercicio mejore el estado psicológico y la sensibilidad al dolor», dice David A. Raichlen, experto en evolución del cerebro humano y ejercicio en la Universidad de Arizona.

Los investigadores escriben que otros aspectos clave del subidón del corredor, como la euforia, son demasiado subjetivos para estudiarlos en un modelo de ratón.