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La policitemia Vera (PV) es una enfermedad crónica (a largo plazo) poco frecuente en la que la médula ósea produce en exceso glóbulos rojos y, en muchos casos, glóbulos blancos y plaquetas también.

Los glóbulos rojos transportan oxígeno por todo el cuerpo, los glóbulos blancos combaten las infecciones y las plaquetas participan en la coagulación de la sangre para detener o ralentizar el sangrado y ayudar a sanar las heridas. Cuando circulan demasiados glóbulos rojos, la sangre se espesa y es posible que no fluya adecuadamente a través de los vasos sanguíneos. Esto aumenta el riesgo de coágulos de sangre en las arterias y venas principales, lo que puede provocar un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco, y también puede afectar a otros órganos vitales. Debido a que la PV se caracteriza por un crecimiento celular incontrolado, se considera un cáncer de la sangre.

¿Cómo se diagnostica la PV?

Los médicos diagnostican la PV examinando la sangre y la médula ósea para contar el número de diferentes células sanguíneas y determinar el nivel de eritropoyetina, una hormona que estimula la producción de nuevos glóbulos rojos.

Un análisis de sangre también se utiliza para determinar si hay ciertas mutaciones (cambios) en los genes. Aproximadamente el 95 por ciento de las personas con PV tienen una mutación genética llamada JAK2 V617F, y hasta el cuatro por ciento de los pacientes tienen un tipo diferente de mutación JAK2 (exón 12 de JAK2). Una mutación JAK2 es un tipo de interruptor que se enciende y permanece encendido, enviando una señal constante a la médula ósea para que produzca células sanguíneas.

La PV debe ser monitoreada cuidadosa y rutinariamente por un hematólogo/ oncólogo. Estos médicos se especializan en diagnosticar y tratar trastornos de la sangre y cánceres de la sangre. Pídale a su médico que lo remita a un hematólogo / oncólogo, o visite www.hematology.org para buscar un especialista en su propia comunidad.

Conozca los tratamientos y síntomas

Se utilizan varios tratamientos para controlar los síntomas de PV:

Aspirina de dosis baja. La aspirina en dosis bajas no solo es beneficiosa para las enfermedades cardíacas, sino que también puede ayudar a las personas con PV. Tomar aspirina en dosis bajas es uno de los primeros pasos que los médicos aconsejan al crear un plan de tratamiento para personas con PV.

Hidroxiurea (Hydrea y otros) y busulfano (Myleran). Estos medicamentos se usan a menudo para tratar el cáncer. Pueden reducir el número de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, lo que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y reducir el grosor de la sangre.

Interferón alfa (Intrón A, Roferon-A). El interferón alfa induce al sistema inmunitario a reducir el recuento de glóbulos rojos y mantiene el grosor de la sangre y el flujo sanguíneo más cerca de lo normal.Flebotomía. Este procedimiento elimina parte de la sangre del cuerpo para reducir el volumen de células sanguíneas circulantes de modo que la sangre pueda fluir y funcionar correctamente. Se inserta una aguja en una vena en un proceso similar a la donación de sangre. Algunas personas con PV necesitan hacerse una flebotomía cada pocos meses. Para muchas personas, es el único tratamiento que necesitarán en los próximos años.

En el horizonte

Estos son algunos de los tratamientos que se están estudiando en ensayos clínicos en la actualidad:

Inhibidores de JAK. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos ha aprobado el ruxolitinib (Jakafi) para el tratamiento de la mielofibrosis. Este medicamento oral y otros inhibidores de JAK como momelotinib y NS-018 están en estudio en ensayos clínicos para personas con PV avanzada.

Inhibidores de HDAC. Se ha demostrado que esta clase relativamente nueva de medicamentos ralentiza la sobreproducción de glóbulos rojos y los síntomas de PV. Dos inhibidores de HDAC actualmente en estudio en pacientes con PV son givinostat y panobinostat.

Peginterferón alfa (Pegasys). En un ensayo clínico, esta forma de interferón de acción prolongada se está comparando con la hidroxiurea en personas con PV recién diagnosticada para ver cuál es el mejor tratamiento para usar primero. En otro ensayo clínico, los investigadores están tratando de saber si el peginterferón alfa puede beneficiar a las personas cuya PV fue tratada previamente pero no respondió bien.

Control de los síntomas

Pregúntele a su médico o al trabajador social de oncología sobre los tipos de síntomas que podría experimentar. Su equipo de atención médica puede ayudarlo a desarrollar una rutina para controlar cada síntoma y hacer un seguimiento de su progreso. Si te recetan algún medicamento para controlar los síntomas, recuerda mantener la dosis constante y oportuna. A menudo, cambiar su dieta, hacer ejercicio regularmente, tomar medicamentos para aliviar el dolor y descansar mucho son formas útiles de sobrellevar los efectos del cáncer y su tratamiento. Para obtener más información, lea la hoja informativa de CancerCare, » Manejo de los síntomas de la Policitemia Vera.»

Busca Apoyo emocional

Únete a un grupo de apoyo. Un grupo de apoyo lo conecta con otras personas que enfrentan situaciones similares. Los grupos de apoyo cara a cara, telefónicos y en línea de CancerCare están dirigidos por trabajadores sociales profesionales de oncología que se especializan en ayudar a las personas que enfrentan cáncer.

Aceptar ayuda. Las personas con cáncer a menudo se preocupan de que serán una carga para su familia o amigos, y pasan por alto el hecho de que muchos familiares y amigos a menudo quieren ayudar. Puede ser útil si desglosas tus necesidades en categorías, incluidas las prácticas con las que otros pueden ayudarte. Por ejemplo, ¿necesita ayuda con las tareas del hogar, el transporte a las citas o la gestión del papeleo?

Tómese su tiempo para sí mismo. Cuídate conectándote con fuentes de fuerza, que pueden incluir actividades como la oración, la meditación o incluso dar un paseo relajante. Aprenda algunas técnicas de respiración profunda y relajación para calmar su mente y cuerpo. Tome un baño largo o lea un buen libro. La investigación muestra que las personas con cáncer que manejan mejor el estrés y mantienen una perspectiva positiva a menudo obtienen mejores resultados durante su diagnóstico y tratamiento.