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The Harvard Gazette

Una orden de restricción temporal que bloqueaba la financiación federal para ciertos tipos de investigación con células madre fue vista por muchos como un golpe a la ciencia de vanguardia que ya está dando pistas para curar una serie de enfermedades fatales y enfermedades crónicas. Harvard ha estado a la vanguardia de este tipo de investigación, y la Universidad, como miembro de la Coalición para el Avance de la Investigación Médica, apoyó un informe amicus presentado el viernes pasado (Sept. 3), instando al tribunal a levantar la orden de restricción impuesta en Sherley c. Sebelius. El día antes de que se presentara ese escrito, el presidente de Harvard, Drew Faust, visitó uno de los laboratorios de células madre de la Universidad, y hoy (Sept. 7) publicó lo siguiente:

En una reciente visita al laboratorio de Doug Melton, codirector del Instituto de Células Madre de Harvard, recordé el notable ingenio y compromiso de este extraordinario equipo de científicos, y su dedicación para mejorar vidas. La investigación con células madre se ha convertido en una de las nuevas áreas más importantes de la biología humana. Aunque el esfuerzo todavía es joven, promete ayudarnos a tratar y algún día incluso encontrar curas para enfermedades como la diabetes, ELA, el Parkinson y la leucemia.

Este trabajo vital está ahora en peligro debido a una orden judicial reciente que detiene el uso de fondos federales para llevar a cabo la investigación de células madre embrionarias. Esperamos que la orden judicial temporal se levante pronto y que el Congreso tome las medidas necesarias para garantizar que los científicos de células madre puedan continuar su trabajo de manera vigorosa y responsable, en interés de los millones de personas que algún día podrán disfrutar de sus beneficios.

Harvard apoya firmemente a sus investigadores de células madre, y estamos profundamente agradecidos por la generosidad de los muchos donantes privados que seguirán siendo fundamentales para mantener nuestros esfuerzos. Pero sin el flujo de fondos federales esenciales, la promesa de la ciencia de las células madre corre el riesgo de convertirse en un sueño aplazado y, para algunos, en un sueño deshecho.