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Testimonio de sobreviviente de Brittany

Soy capitana en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y llevo cinco años de casada con mi novio de la secundaria superior. Soy la feliz madre de un pastor australiano y un collie. Mi esposo y yo vivimos en Montana, y me gusta correr, esquiar y leer en mi tiempo libre.

En septiembre del 2015, estaba completando mis estudios en la Squadron Officer School cuando noté un bulto en mi vulva un día cuando salía de la ducha. No le puse mucha atención al comienzo porque pensé que me lo podía haber causado durante el entrenamiento. Estaba muy bien de salud física, apenas acababa de participar exitosamente en una competencia de «Commanders Challenge”, y además del bulto, no tenía otros síntomas.

Después de graduarme de la Squadron Officer School, noté que todavía tenía el bulto en la vulva, estaba creciendo y resultaba molesto cuando vestía jeans. En ese momento decidí que me lo viera mi doctor.

En noviembre del 2015 me diagnosticaron un quiste de Bartolino y me programaron un procedimiento ambulatorio rápido para drenarlo. (Nota del editor: Las glándulas de Bartolino se ubican a cada lado de la abertura vaginal. Estas glándulas secretan líquido que ayuda a lubricar la vagina. A veces las aberturas de estas glándulas se obstruyen causando que el líquido se acumule en la glándula. El resultado es una hinchazón relativamente indolora llamada quiste de Bartolino). Sin embargo, cuando los doctores hicieron incisiones en el quiste, no salió líquido alguno, sino que encontraron una masa sólida. Decidieron hacer una biopsia del tejido y yo temía que los resultados fueran a indicar que tenía cáncer. Pocos días después, los resultados de la biopsia mostraron que yo tenía un pólipo perforado. ¡No era cáncer!

Como la masa era de unos 6 cm, decidimos realizar una operación ambulatoria y enviarla a patología. Me hicieron la operación el 2 de febrero del 2016 y dos semanas después tuve una cita de seguimiento para asegurarnos de que estaba sanando bien. Yo había estado esquiando desde la operación y estaba entusiasmada con unas próximas vacaciones en el Caribe. Esperaba recibir buenas noticias para poder nadar. El doctor me dijo que estaba sanando bien, pero que quería que habláramos acerca de los resultados patológicos. Yo no estaba preocupada porque ya me habían dicho que no era cáncer.

Resultó ser que los márgenes dieron resultados positivos para sarcoma de la vulva y me remitieron a un especialista. (Nota del editor: El sarcoma de tejido blando es un cáncer que empieza en tejidos blandos del cuerpo que incluyen músculo, tendones, grasa, vasos linfáticos, vasos sanguíneos, nervios y tejido alrededor de las articulaciones). Menos de un mes después, tuve una vulvectomía parcial radical. Me extirparon parte de la vulva, al igual que un poco de tejido alrededor. Afortunadamente el cáncer no se había extendido. Desde la operación, he recibido buenos resultados durante los chequeos médicos.

Todavía estoy aprendiendo a lidiar cada día con mi diagnóstico de cáncer de vulva. No ha pasado un día en que no haya pensado acerca de lo que pasó ni investigado más para ver si hay nueva información al respecto. Aunque todas las mujeres tienen riesgo de presentar cáncer de vulva, muy pocas lo presentan. Me ha costado mucho aceptar por qué y cómo me sucedió a mí. Además de ser una mujer, no tenía ninguno de los factores generalmente asociados a un riesgo más alto de cáncer de vulva y tampoco había tenido nunca un resultado anormal a una prueba de Papanicoláu.

Desde mi diagnóstico, he compartido mi historia con otras personas y he tratado de impulsar la causa todo lo posible para crear concientización acerca de este cáncer. Tuve suerte. Logré regresar aI trabajo y fortalecer mis relaciones con aquellas personas más cercanas a mí. Siempre tendré miedo de que este cáncer pueda regresar o de tener un tipo diferente de cáncer, pero estoy viviendo el aquí y el ahora.

Cuando cuento mi historia, mi mensaje para otras mujeres es que ustedes conocen su cuerpo mejor que nadie. Si hay cualquier cambio que no puedan entender, háganse un chequeo. Creo firmemente que el diagnóstico temprano me salvó la vida.