Articles

¿Qué Significa «Equinoccio»?

La mayoría de nosotros en el hemisferio norte esperamos ansiosamente el equinoccio de primavera, o el día de cada primavera cuando el día y la noche son finalmente de la misma duración. Contamos la cuenta regresiva a medida que las largas noches de invierno disminuyen y los largos días de verano se acercan. Equinoccio proviene de las palabras latinas aequi, que significa «igual», y nox, que significa «noche».»

equinoccio

El equinoccio de primavera se considera el primer día de primavera: finalmente, el día y la noche tienen la misma duración.

Pero, ¿por qué equinoccio se refiere a la noche? Después de todo, lo que más echamos de menos en diciembre profundo es la luz del día, no la noche.

Durante la mayor parte de la historia occidental, la posición y el movimiento del sol y las estrellas en puntos particulares durante el año se utilizaron para todo, desde la navegación hasta la causalidad. (¿Alguna vez ha oído a la gente quejarse de que todo va mal porque Mercurio está retrógrado? A los antiguos astrónomos se les ocurrió la idea de la esfera celeste, o una esfera gigante en la que se encuentra la tierra y en cuya superficie se encuentran todas las estrellas. Solo se ve la mitad de esa esfera a la vez, y si alguna vez has estado en un planetario, esta es una buena aproximación de cómo se ve la esfera celeste desde la tierra: una media cúpula cóncava con nosotros en el centro.

Los astrónomos del mundo antiguo sabían que la posición y el movimiento de las estrellas y constelaciones en la esfera celeste cambiaban a lo largo de un año solar. Sin saber sobre la inclinación de la tierra, o su órbita en relación con el sol y otros planetas, intentaron dar sentido a lo que vieron, y cómo lo hicieron fue rastrear el movimiento de las constelaciones en comparación con el sol y la luna. Necesitaban un «punto cero» desde el que pudieran medir el movimiento de las estrellas, y eligieron el equinoccio vernal como punto de partida.

Estas mediciones fueron vitales para una navegación precisa y para ayudar a trazar cosas como el clima, y lo vemos en los usos latinos del aequinoccio. Julio César anota en su relato de primera mano de las Guerras Galas que tomó en consideración el equinoccio al planificar incursiones marítimas en la Galia, y Cicerón escribe: «Si Publio está esperando el equinoccio, como dice Aledius, entonces debe ir por mar. Pero me dijo que iba por Sicilia » (Cicerón, Ático 12.28.3; traducción de E. O. Winstedt, 1912).

No hace falta decir que observar las estrellas es mucho más fácil de hacer por la noche que durante el día, y dada la importancia de las estrellas en la vida romana, no es de extrañar que optaran por resaltar la noche al nombrar el equinoccio. El inglés tomó prestado el nombre en el siglo XIV, cuando se usó por primera vez en un tratado astronómico escrito por Geoffrey Chaucer.

Compartir
FacebookTwitter