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Por qué Nos aburrimos

Los científicos están asumiendo el aburrimiento. No, todavía no están trabajando en una cura, pero han escrito una nueva definición de aburrimiento y delineado los procesos mentales detrás del tedio.

Los investigadores, dirigidos por el científico psicológico John Eastwood de la Universidad de York en Ontario, Canadá, definen el aburrimiento como «un estado aversivo de querer, pero no poder, participar en una actividad satisfactoria», que surge de fallas en una de las redes de atención del cerebro.

Los hallazgos, detallados en la edición de septiembre de la revista Perspectives on Psychological Science, pueden hablar a muchos estadounidenses: En una gran encuesta de estudiantes de secundaria en 26 estados de los Estados Unidos reportada en 2007, los investigadores encontraron que dos de cada tres estudiantes dijeron que estaban aburridos en clase todos los días. Una encuesta nacional de 2003 encontró que el 91 por ciento de los jóvenes estadounidenses encuestados dijeron que experimentaban aburrimiento, según Eastwood y sus colegas.

Y aunque aparentemente benigno, aunque poco comprendido, el aburrimiento puede ser una afección crónica que puede conducir a problemas como atracones, abuso de drogas y alcohol y problemas de juego. El aburrimiento en el trabajo podría incluso causar accidentes graves para los conductores de camiones, los trabajadores de hospitales y otros empleados cuya vigilancia importa.

Para controlar mejor el aburrimiento y sus causas, el equipo de Eastwood analizó investigaciones anteriores sobre la atención y el aburrimiento.

El psicólogo alemán Theodor Lipps propuso una de las primeras definiciones de aburrimiento en 1903, diciendo:» El aburrimiento es un sentimiento de desagrado que surge de un conflicto entre la necesidad de una actividad mental intensa y la falta de incitación a ella, o la incapacidad de ser incitado», señalan los investigadores en su artículo. Otras definiciones similares sugirieron que los individuos aburridos anhelaban el compromiso mental, aunque estas descripciones no requerían conciencia de los sentimientos de desprecio. Aburrirse, razonaron algunos científicos, «es estar en un estado de anhelo de actividad pero sin saber qué es lo que uno desea y mirar al mundo para resolver el callejón sin salida», escribieron Eastwood y sus colegas.

La atención y la conciencia, sin embargo, parecen ser clave para este estado sin rumbo. La nueva revisión sugiere que nos aburrimos cuando tenemos dificultades para prestar atención a la información interna, como pensamientos o sentimientos, o estímulos externos necesarios para participar en una actividad satisfactoria; cuando somos conscientes del hecho de que tenemos dificultades para prestar atención; y cuando culpamos al medio ambiente por nuestro lamentable estado, pensamos: «Esta tarea es aburrida» o «No hay nada que hacer.»

Eastwood y sus colegas esperan que una mejor definición pueda conducir a una mejor comprensión del aburrimiento, y eventualmente ayudar en el desarrollo de estrategias para aliviar a las masas aburridas.

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