¿Para qué sirven las aletas en las ballenas?
Las ballenas generalmente tienen cuatro aletas: dos aletas pectorales (en lugar de brazos), una aleta caudal (también llamada cola) y una aleta dorsal. La aleta caudal se utiliza para la propulsión del animal, con movimientos hacia arriba y hacia abajo creados por poderosos músculos a lo largo del pedúnculo. Las dos aletas pectorales sirven como timones y estabilizadores de las ballenas.
La ballena jorobada destaca por sus largas aletas pectorales que pueden alcanzar un tercio de la longitud de su cuerpo. Se cree que es el apéndice más grande del reino animal. Esta característica explica su nombre científico, Megaptera novaeangliae, que significa «grandes alas de Nueva Inglaterra», también en referencia al lugar donde la especie fue descrita por primera vez por los balleneros. Se han planteado varias hipótesis para explicar la evolución de las aletas pectorales sobredimensionadas en las ballenas jorobadas. Persisten dos teorías. El primero sugiere que, con sus grandes superficies, estos apéndices podrían ser muy útiles para la termorregulación de esta especie, que migra entre un clima frío y un clima cálido. La segunda hipótesis enfatiza la maniobrabilidad que ofrecen las aletas largas. De hecho, las ballenas jorobadas tienen comportamientos exuberantes que a menudo involucran las aletas pectorales, como rodarse sobre sí mismas y bucles submarinos; se cree que estos comportamientos se ven facilitados por la maniobrabilidad y el control que ofrecen las aletas pectorales. Además, durante la temporada de cría, los machos usan sus aletas para luchar o para cortar frente a sus competidores.
La aleta dorsal tiene diferentes funciones en diferentes especies de ballenas. En algunas ballenas (por ejemplo, ballenas francas y narvales), la aleta dorsal ha desaparecido por completo. En otras especies (por ejemplo, ballenas azules y cachalotes), esta aleta es tan pequeña que ya no sirve para nada. En las belugas, la aleta dorsal se ha transformado en una cresta dorsal, lo que permite a los animales romper el hielo delgado para respirar. Para otras especies más rápidas (por ejemplo, delfines, orcas y marsopas), la aleta dorsal grande mejora su hidrodinámica; en otras palabras, les ayuda a deslizarse por el agua de manera más eficiente. Al igual que las orejas de los elefantes o las lenguas de los perros, las aletas dorsal, caudal y pectoral también ayudan a eliminar el exceso de calor durante actividades intensas como la caza.
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