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¿Alguna vez ha notado cómo duele una lesión antigua en el clima invernal? La idea de que ciertos dolores y molestias corresponden e incluso pueden predecir el clima es generalizada, y ha existido desde al menos los días de la antigua Grecia. Hipócrates fue el primero en notar el fenómeno, alrededor del año 400 a.C. Desafortunadamente, en los últimos 2.400 años, los investigadores no han encontrado una explicación sólida basada en la evidencia de por qué sucede esto.

La explicación aceptada actualmente para los dolores relacionados con el mal tiempo es que la caída de la presión barométrica que viene con una tormenta permite que los tejidos blandos y el líquido alrededor de las articulaciones se expandan, irritando los nervios y causando dolor, especialmente en el sitio sensibilizado de una lesión antigua.

Para entender el efecto de la presión barométrica, imagine hacer estallar un globo: hay aire interior empujando hacia afuera y aire exterior empujando hacia adentro. La presión atmosférica siempre está presionando a nuestros cuerpos de una manera similar. Si la presión fuera del cuerpo disminuye, los gases dentro del cuerpo pueden expandirse, en particular los gases disueltos en el líquido que rodea las articulaciones y los tendones. La expansión de líquido alrededor del área lesionada puede ser microscópica, pero es suficiente para irritar las terminaciones nerviosas al ejercer presión adicional sobre ellas. El cerebro interpreta esto como dolor.

Autogestión

El alivio es posible. Durante los cambios climáticos, algunas personas, en particular aquellas con artritis, necesitarán aumentar sus analgésicos. Los siguientes pasos también pueden ayudar.

Mantente abrigado. Vestirse en capas, mantener la casa caliente y calentar el automóvil antes de entrar puede ayudar a aliviar el dolor relacionado con el clima frío. Calentar la cama con una manta eléctrica o calentar la ropa en la secadora antes de usarla también puede ayudar.

Aplique un calor suave (una bolsa de agua caliente o una bolsa de trigo) en las articulaciones doloridas. El calor ayuda a que los músculos se relajen, por lo que es una forma calmante de ayudar a reducir el dolor.

Trate de prevenir la hinchazón. El calor ayuda con el dolor articular, pero no necesariamente ayuda a reducir la hinchazón. Por ejemplo, si el mal tiempo agrava la artritis en las manos, intente usar guantes para el edema (disponibles en nuestras clínicas) para minimizar la hinchazón. Estos guantes han sido especialmente diseñados y fabricados para proporcionar compresión para la mano, la muñeca y los dedos para controlar la hinchazón

Para mantenerse en movimiento. Antes de salir al aire libre durante el clima frío, intente ejercitar las articulaciones dolorosas para aumentar el flujo sanguíneo y mover el líquido alrededor de las articulaciones para ayudar a reducir la rigidez.

Los guantes para edema se pueden comprar en la clínica de manos Merivale 208 Papanui Road