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Molestias anales y Cómo tratarlas

Los síntomas y las Causas de las molestias anales

Los síntomas relacionados con esta zona sensible pueden ser muy preocupantes, pero muchas personas son reacias a discutirlos. Picazón (prurito ani), defecación dolorosa, ropa interior manchada, manchas de sangre y olor se suman a la vergüenza, la angustia, las restricciones sociales y la angustia. Estos problemas de incomodidad anal son muy comunes. Los síntomas pueden coexistir con el síndrome del intestino irritable (SII), fugas accidentales (incontinencia intestinal) u otros trastornos funcionales intestinales. La diarrea y el estreñimiento pueden empeorarlos. Los síntomas de incomodidad anal no son parte de estas afecciones, ya que pueden ocurrir de forma independiente.

Pueden deberse o estar asociados con muchas enfermedades locales. La enfermedad de Crohn puede atacar el ano. Otras enfermedades también pueden ocurrir allí. Si la defecación es dolorosa, puede haber un pequeño desgarro en la piel anal llamado fisura anal. La piel circundante es propensa a muchas enfermedades e infecciones.

Cualquiera que sea la asociación, se puede tratar la irritación alrededor del área anal (perianal).

¿Cómo puede obtener ayuda para estos síntomas problemáticos? En primer lugar, debe describirlas francamente a su médico. El análisis de los síntomas y la inspección del área deben permitirle reconocer cualquier enfermedad subyacente.

Cualquiera que sea la causa, muchas de las siguientes sugerencias pueden ser útiles.

Consejos sobre qué hacer con las molestias anales

Considere lo que está haciendo ahora. Es natural creer que la limpieza es un objetivo vital, y así es, hasta cierto punto. La limpieza con exceso de celo después de una evacuación intestinal puede hacer más daño que bien. La piel alrededor de la zona anal es sensible y sensible.

Una limpieza intensa con papel higiénico seco puede dañar la piel y, por lo tanto, continuar con el problema. Se siente bien rascarse el área, pero esto puede dañar las terminaciones nerviosas locales sensibles y el alivio se logra solo temporalmente. Una vez que los delicados detectores de dolor se recuperan, los síntomas regresan.

Además, algunos papeles higiénicos son ásperos y otros se desmenuzan fácilmente. Pequeños trozos de papel atrapados en la piel anal pueden ser irritantes. Peor aún son los papeles decorativos de colores cuyos tintes pueden causar dermatitis de contacto local (alergia).

Algunos jabones también son alergénicos, especialmente las variedades perfumadas. El jabón en sí es un irritante alcalino y puede eliminar los lubricantes naturales diseñados para proteger el área.

Si el trauma local es una posibilidad, considere cambiar la forma en que se limpia. Si tiene la suerte de defecar normalmente en casa, lávese en lugar de frotar su trasero. Un bidé es útil para este propósito.

Para aquellos de nosotros que carecemos de esta plomería, se debe encontrar otro medio de lavado. Si es conveniente, una ducha posterior a la defecación servirá. El lavado se mejora si la ducha está equipada con una extensión de manguera, por lo que se puede aplicar un flujo directo de agua tibia a la región anal.

Un baño de asiento es la segunda mejor opción, pero evite el jabón y limite la exposición a uno o dos minutos para que la piel no se arruguele (al igual que la piel de las manos si se sumerge durante largos períodos de tiempo).

Idealmente, debe permitir que el área se seque al aire, tal vez con la ayuda de un ventilador. La mayoría de los horarios no permiten esto, y una alternativa es secar suavemente el área con un paño blanco sin pelusas. Si no está en casa, use papel higiénico húmedo y lávelo, en lugar de frotar.

Hay muchos ungüentos, cremas y supositorios anales que se venden para las quejas anales. Estos «matan el dolor», «encogen las hemorroides» y «curan las fisuras».»Intenta no usar ninguno de ellos. Algunos, especialmente los que contienen anestésicos locales, pueden provocar una reacción alérgica local y empeorar el problema. Otros contienen irritantes como hamamelis o alcohol.

Los ungüentos pueden interferir con el sello anal, promoviendo la incontinencia y las manchas fecales. Las gotas de pomada pueden atrapar bacterias y dañar aún más la piel. Si debe usarlos, aplique solo una chapa fina después del lavado.

El polvo de talco no medicinal o la maicena pueden ayudar a algunos. Aplique preparaciones medicamentosas solo después de discutirlas con su médico. Es posible que recomiende una crema de cortisona a base de ácido por un período corto para interrumpir la respuesta al picor y al rasguño.

El sudor también puede irritar. Si hay sudoración excesiva en el área alrededor del ano, el antitranspirante sin aroma puede ser útil, pero aplíquelo suave y ligeramente.

La piel sana en todas partes necesita aire.

  • Evite la ropa ajustada.
  • Use ropa interior de algodón blanca y ligera.
  • Compruebe que el detergente utilizado para limpiar su ropa no es irritante ni alergénico.
  • Después del ejercicio, lávese como se indica arriba para evitar el efecto irritante del sudor.
  • Evite sentarse durante largos períodos de tiempo y considere usar un anillo de goma (disponible en tiendas de suministros médicos) para eliminar la presión sobre el ano.

La acción intestinal saludable puede minimizar el contacto fecal y ayudar al malestar anal. Las heces duras se pueden prevenir con fibra, lo que minimiza el esfuerzo y el trauma local. Si se puede controlar la diarrea, también pueden controlarse las manchas fecales y la incontinencia. Evite los alimentos y medicamentos que puedan irritar o que estén asociados con la picazón.

Resumen

Estas medidas simples pueden ayudar a muchas personas con estas quejas comunes, pero tristemente tácitas. Pueden ser útiles, junto con tratamientos más específicos, incluso si existe una enfermedad local de la piel o anal coexistente.

Piense en tres principios:

  • Evite dañar su piel anal.
  • Permita que el aire circule tanto como la naturaleza y las circunstancias lo permitan.
  • Tenga cuidado con los materiales que entran en contacto con la piel circundante.
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