Las obras romanas de Shakespeare
Tradicionalmente, los tipos de obras de Shakespeare se clasifican como Comedia, Historia, Romano y Tragedia, con algunas categorías adicionales propuestas a lo largo de los años. La categoría de «obras romanas» de Shakespeare es simplemente una descripción conveniente que académicos y críticos han dado a las cuatro obras que Shakespeare ambientó en la antigua Roma.
Aunque los expertos en Shakespeare no siempre están de acuerdo, las obras generalmente llamadas obras romanas son:
- Antonio y Cleopatra
- Coriolano
- Julio César
- Tito Andrónico
Que estas cuatro obras se conocen como Obras romanas oculta una serie de cuestiones. Por ejemplo, Antonio y Cleopatra a menudo son considerados como una tragedia, o porque, como Romeo y Julieta, la tragedia concierne a dos amantes que sufren por igual, una «doble tragedia». Pero incluso aquí, el término «tragedia» se refiere a una forma de tragedia griega a la que algunas de las obras de Shakespeare, como Macbeth, se parecen mucho, pero ninguna de ellas encaja perfectamente en ninguna categoría. Antonio y Cleopatra, por ejemplo, producen fuertes sentimientos trágicos en el público, pero en realidad está escrito con una estructura cómica. Es una de las obras más posmodernas de Shakespeare. Julio César tiene un personaje central, Bruto, que se parece mucho a una figura trágica, pero hay demasiados temas explorados en la obra para que se la denomine tragedia. Por lo tanto, es conveniente apoderarse del antiguo entorno romano y llamar a estas obras «Obras romanas».’
¿Qué hace que una obra de Shakespeare sea una «obra romana»?
Lo que las obras romanas tienen en común es que todas están ambientadas en la antigua Roma y que su fuente es el historiador romano Plutarco, traducido por el traductor inglés renacentista Sir Thomas North. Shakespeare en realidad copió pasajes del Norte, por ejemplo, la descripción de Enobarbo de Cleopatra, y la barcaza en la que se sentó en su obra Antonio y Cleopatra. Shakespeare altera ese fragmento de texto, adaptándolo a sus propósitos con imágenes adicionales y fundiéndolo en su propio patrón métrico.
Todas las jugadas exploran el poder. También examinan cosas como la lealtad, la guerra, el amor, la amistad y el honor. Otra característica de las obras romanas es que era costumbre en la época de Shakespeare usar el traje romano en el escenario para reforzar la impresión de que estamos en Roma. Por lo general, el vestuario no era un tema importante: los personajes llegaron vestidos con ropa contemporánea, en su mayor parte, aunque la clase social estaba representada por púrpura y oro para los reyes, el tipo correcto de material para la nobleza, y el vestido de comerciante y campesino en consecuencia. Es un hecho interesante que cuando los actores llevaban la ropa de un noble o un rey, técnicamente estaban infringiendo la ley, ya que había leyes estrictas que prohibían el uso de dicha ropa si no eras miembro de esa clase.
César es por los senadores en los idus de Marzo, en Romanos jugar a Julio César
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