¿La conjuntivitis es un nuevo síntoma de la COVID-19?
«Las personas que contraen la COVID y se enferman por la COVID son mucho más propensas a tener todos los demás síntomas que has escuchado y sobre los que has leído todo el tiempo: tos, pérdida del sentido del olfato, pérdida del sentido del gusto, entre otros”, dice Sommer.
La prevención del coronavirus también protege contra la conjuntivitis
Aunque la conjuntivitis a menudo se asocia con los niños debido a su capacidad de propagarse rápidamente en el ambiente escolar, cualquier persona, incluidos los adultos mayores, pueden padecerla. «Los virus que causan la conjuntivitis no discriminan”, dice Sommer. (Y, con frecuencia, la conjuntivitis se debe a un virus, añade).
Si desarrollas las señales de alerta de la conjuntivitis —por ejemplo, la parte blanca del ojo se torna color rosa o rojo, hinchazón de la membrana que recubre el ojo y aumento de la producción de lágrimas— y te preocupa la infección y cualquier relación que pueda tener con la COVID-19, comunícate con tu médico u oftalmólogo. Si tienes dolor en el ojo, visión borrosa o dificultad de la visión y un poco de sensibilidad a la luz, procura recibir atención médica inmediata.
Un médico generalmente puede determinar la causa de la irritación del ojo y, luego, indicar el tratamiento adecuado, si fuera necesario. Los antibióticos pueden ayudar a acortar la duración de la infección y reducir las complicaciones, si la conjuntivitis fue causada por una bacteria, dicen los CDC. Es posible que se receten medicamentos antivirales para los casos severos de conjuntivitis viral.
«Por lo general, no es peligrosa; simplemente es incómoda”, dice Sommer. También es altamente contagiosa.
La buena noticia: Mucho de lo que las personas están haciendo actualmente para prevenir la propagación de la COVID-19 —lavarse las manos frecuentemente, limpiar y desinfectar, no tocarse la cara con las manos— también ayuda a bloquear la transmisión de la conjuntivitis.
«Si alguien llegara a tener conjuntivitis, lo único que debe reconocer completamente es evitar tocarse el ojo” y mantener distancia con los demás, agrega Sommer. La conjuntivitis causada por alérgenos o irritantes, sin embargo, no es contagiosa, a menos que se desarrolle una infección viral o bacteriana secundaria, señalan los CDC.
Además de comunicarse con un oftalmólogo para abordar las inquietudes con respecto a la conjuntivitis, Sommer dice que los adultos mayores con ciertos problemas oculares que requieran cuidado rutinario —glaucoma y degeneración macular, por ejemplo— deben comunicarse con su oculista para hacerse pruebas regulares y recibir tratamientos durante la pandemia para prevenir daños adicionales en los ojos. Al igual que los establecimientos de atención primaria y consultorios de dentistas, la mayoría de los oftalmólogos están atendiendo a pacientes de nuevo y tomando las medidas preventivas para mantener a todos seguros.
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