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Estrategias de Reducción de palabras de relleno

Las palabras o interjecciones de relleno son palabras que las personas usan como marcadores de posición durante el habla. Incluyen: um, uh, como, ya sabes, así que, más o menos, más o menos, y ah.

Todas estas son palabras y frases que tienen poco o ningún significado para lo que se dice. El rango de rellenos utilizados en todas las poblaciones de hablantes va desde tan solo el 0,12% de las palabras habladas hasta el 8,8%. Los rellenos no solo hacen que el orador parezca menos conocedor, menos seguro y menos identificable para la audiencia, sino que también distraen a la audiencia del contenido que se entrega. Una persona puede usar palabras de relleno en la comunicación verbal por una variedad de razones. A veces es una expresión de nerviosismo debido a la falta de familiaridad con el contenido del tema, la audiencia o el entorno. A veces es la forma en que un orador sostiene el espacio mientras piensa en qué decir a continuación. Los hombres son más propensos a usar palabras de relleno que las mujeres. Una cierta cantidad de palabras de relleno es natural en la comunicación verbal y las personas que usan rellenos son vistas como más genuinas. Una persona podría sonar como un robot si se eliminaran todas las palabras de relleno; la clave es no exagerar.

Eliminar las palabras de relleno en las conversaciones de trabajo da la impresión de que el orador es más competente en su campo. En las relaciones personales, eliminar las palabras de relleno hace que el hablante parezca más maduro y seguro. Así como hay una variedad de razones para usar rellenos en la comunicación verbal, hay una variedad de maneras de eliminar los rellenos.

Conozca el material:

Muchas personas tienen dificultades para comunicarse cuando no están familiarizadas con el contenido que se entregará. Dedique mucho tiempo a investigar el tema y errar por el lado de tener demasiada información, en lugar de no tener suficiente. Una vez que se haya completado la investigación, comience a escribir la información en un tono apropiado para el entorno. Si el formato es una entrevista, trate de obtener las preguntas con anticipación o pida a amigos y familiares que realicen entrevistas simuladas para que la respuesta salga de la lengua sin tener que pensar en voz alta («uh uh»). Tómese el tiempo para escribir las preguntas y estudiarlas. Para una presentación que permita hacer preguntas, anticipe lo que otros quieran saber sobre el tema o piense en las preguntas que se hicieron en presentaciones anteriores para que esté bien preparado.

Ensayar:

la Práctica hace al maestro. Antes de dar una presentación en público por primera vez, practique toda la presentación frente a la cámara de la computadora y compártala con un amigo o colega de confianza, o espere al menos 24 horas para ver el video. Esto es mejor que practicar en el espejo porque durante la reproducción, puede tomar notas sobre comportamientos indeseables, como contacto visual deficiente, uso de palabras de relleno, tartamudez, afectos planos, murmullos, volumen inconsistente o lenguaje confuso. Una presentación bien editada contribuye a la percepción positiva de la audiencia.

Construir Vocabulario:

Un gran arsenal de palabras disminuirá la necesidad de relleno de palabras, especialmente y como usted sabe. Saber exactamente qué decir y cómo decirlo asegura que la audiencia entenderá el mensaje la primera vez. Utilice un vocabulario apropiado para el nivel educativo de la audiencia. Para palabras que pueden no ser fácilmente entendidas por todos los públicos, tenga una variedad de sinónimos disponibles.

Enfoque:

A veces un orador añade palabras de relleno porque está soñando despierto o pensando en lo que va a decir. Mejorar la concentración en el momento ayudará a evitar momentos incómodos, como silencios, uso excesivo de palabras de relleno u olvido. Un orador debe hacer contacto visual con el público para mantenerlo involucrado y leer sus reacciones. Recordar: la comunicación es una calle de doble sentido.

Relax:

Una causa común de usar palabras de relleno excesivas es estar nervioso. Duerma bien la noche anterior y, si es posible, coma una comida ligera nutricionalmente equilibrada una hora antes de hablar. Respire profundamente antes de subir al escenario o ponerse detrás del micrófono.

Controla el reloj:

Especialmente en situaciones en las que se le da al altavoz un período de tiempo específico, puede que se apresure a través del material por miedo a no decir todo lo que necesita decir y terminar con exceso de tiempo para llenar. En lugar de agregar palabras vacías de relleno o pausas prolongadas entre pensamientos, intente agregar una broma, una historia personal u otra anécdota apropiada según lo permita la situación. Involucrar a la audiencia haciendo preguntas y dándoles la oportunidad de hablar también es una forma fácil y sin estrés de evitar rellenos incómodos al final de una presentación.

Tome en serio los comentarios:

Muchas veces los presentadores en conferencias, clubes o clases son revisados por el público. Cuando esas revisiones estén disponibles, tómalas en serio y úsalas para mejorarlas para la próxima vez. Siempre hay margen de mejora y la retroalimentación que puedes obtener de tu público es la mejor manera de aprender.