En lugar de echarle las culpas al Karma deberías aprender las 12 leyes que lo rigen. Te ayudará
Creo que se recoge lo que se siembra. Intento vivir siguiendo una máxima: estoy convencido de que si haces el bien, te pasan cosas buenas; y de que si haces cosas malas, vivirás atormentado. Es el karma.
– Carlson (My Name is Earl, 2005)
Todos hemos oído hablar alguna vez del Karma pero casi ninguno de nosotros sabemos en qué consiste realmente. Según varias religiones dhármicas, el karma sería una energía trascendente que se deriva de los actos de las personas. Aunque estas religiones expresan diferencias en el significado mismo de la palabra karma, tienen una base común de interpretación:
El karma se interpreta como una «ley» cósmica de retribución, o de causa y efecto. Se refiere al concepto de «acción» o «acto» entendido como aquello que causa el comienzo del ciclo de causa y efecto.
Según esta doctrina, las personas tienen la libertad para elegir entre hacer el bien y el mal, pero tienen que asumir las consecuencias derivadas.
__ ¿Qué descubrirás en este post? __
El karma explica los dramas humanos como la reacción a las acciones buenas o malas realizadas en el pasado más o menos inmediato. Tenemos la libertad de comportarnos como queramos desde la primera encarnación y, en consecuencia, acumularemos esta energía. La creación de karma bueno y malo e intencional o no intencional dictará lo que tenemos que enfrentar y resolver en la vida.
La Ley del karma no ocurre por casualidad. Encierra 12 leyes que dictaminarán cómo responderemos por nuestras acciones, pensamientos y sentimientos.
La gran Ley del Karma
Ley de la Creación kármica
Ley de la Humildad kármica
Ley del Crecimiento del Karma
Ley de Responsabilidad kármica
Ley de la Conexión kármica
Ley de Enfoque kármico
Ley del Dar karma y la Hospitalidad kármica
Ley del Aquí y Ahora
Ley del Cambio kármico
Ley de la Paciencia y la Recompensa kármica
Ley de la Importancia e Inspiración kármica
Tanto para el Dalai Lama como para Daniel Goleman, las emociones destructivas son estados mentales que, según el budismo, envenenan nuestra mente. Libérate de ellas.
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