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El Papel del Ácido Clorhídrico (Hcl) En la Digestión

La digestión comienza con la vista, el pensamiento u el olor de los alimentos. Cuando el cerebro anticipa una comida entrante, el nervio vago envía un mensaje al estómago causando la liberación de acetilcolina. La unión de la acetilcolina a las células G en el estómago inicia la secreción de gastrina y, en combinación con la acetilcolina y la histamina, estimula las células parietales en las glándulas gástricas del cuerpo del estómago para comenzar a secretar ácido clorhídrico (HCl).

El ácido en el estómago sirve para varios propósitos, pero se asocia principalmente con la degradación de proteínas y polisacáridos para que puedan atravesar el epitelio intestinal. Se producen aproximadamente 2 L de HCl al día. El nivel de pH en el estómago oscila entre 1,5 y 3, dependiendo de factores como la ingesta de alimentos, el estrés y los medicamentos o suplementos.1 Un aumento en el HCl y la disminución del nivel de pH también indican la motilidad gástrica para que se encienda y mueva el bolo de alimentos parcialmente digerido y ayude a matar las bacterias que normalmente se ingieren con los alimentos. El pH del estómago está regulado por un bucle de retroalimentación negativa por células D antrales que liberan somatostatina que inhibe la liberación de gastrina.2 A medida que los alimentos salen del estómago, la concentración de H+ aumenta, lo que también sirve para inhibir la secreción de HCl.1

El ácido clorhídrico contribuye a la digestión de proteínas al suministrar H + que activa el pepsinógeno, el precursor de la pepsina. El pepsinógeno es secretado por las células principales de las glándulas gástricas del cuerpo y el antro del estómago. Las proteínas se reducen a fragmentos de varios tamaños, llamados péptidos o aminoácidos, por la pepsina para que eventualmente puedan absorberse en el intestino delgado. Este aumento de péptidos y aminoácidos, junto con la distensión de los alimentos, aumenta aún más la secreción de HCl. Sin una secreción adecuada de HCl, fragmentos más grandes de proteínas ingresan al intestino delgado y pueden comprometer la eficacia de los procesos digestivos. El estrés puede afectar la secreción de HCl, ya que el aumento de la actividad parasimpática en el sistema nervioso entérico del estómago estimula la liberación de acetilcolina, gastrina e histamina.1.