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CAPÍTULO 7 – Paratormona, Calcitonina y Homeostasis del calcio

McLean y Hastings describieron el nivel de calcio en los fluidos corporales como una de las «constantes fisiológicas» críticas, y de hecho el calcio es uno de los constituyentes regulados con mayor precisión del plasma. Esto no es sorprendente, ya que la actividad de Ca2+ es crítica para muchos procesos vitales, incluida la contracción muscular, la permeabilidad de la membrana y la excitabilidad neuromuscular. Los niveles muy bajos de calcio pueden provocar tetania y la muerte, mientras que los niveles altos de calcio producen trastornos cardíacos e intestinales y pueden provocar daños renales graves. La precisión con la que se regula el calcio se hizo evidente por primera vez cuando se desarrollaron métodos fiables y exactos para medir el calcio plasmático. Un criterio importante para un control homeostático eficiente es la velocidad con la que se restablecen los niveles normales después de haber sido alterados artificialmente, es decir, el tiempo necesario para detectar y corregir un error. En el caso de la regulación del calcio, esto puede investigarse fácilmente aumentando la concentración plasmática de Ca2+ con infusión de sales de calcio, o reduciéndola con inyección del agente quelante de calcio EDTA (diaminetetraacetato de etileno disódico).