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Análisis de líquido cefalorraquídeo

La punción lumbar se realiza con frecuencia en atención primaria. Las pruebas interpretadas correctamente pueden hacer del líquido cefalorraquídeo (LCR) una herramienta clave en el diagnóstico de una variedad de enfermedades. La evaluación adecuada del LCR depende de saber qué pruebas pedir, los rangos normales para la edad del paciente y las limitaciones de la prueba. El nivel de proteína, la presión de apertura y la proporción de glucosa en suero en el líquido cefalorraquídeo varían con la edad. La xantocromia es causada con mayor frecuencia por la presencia de sangre, pero se deben considerar varias otras afecciones. La presencia de sangre puede ser un predictor confiable de hemorragia subaracnoidea, pero tarda varias horas en desarrollarse. El método de tres tubos, que se usa comúnmente para descartar una hemorragia del sistema nervioso central después de un «toque traumático», no es completamente confiable. Los glóbulos rojos en el LCR causados por una punción traumática o una hemorragia subaracnoidea aumentan artificialmente el recuento de glóbulos blancos y el nivel de proteínas, lo que confunde el diagnóstico. La incertidumbre diagnóstica puede reducirse utilizando fórmulas correctivas aceptadas. El diferencial de glóbulos blancos puede ser engañoso al principio del curso de la meningitis, porque más del 10 por ciento de los casos con infección bacteriana tendrán un predominio linfocítico inicial y la meningitis viral puede estar dominada inicialmente por neutrófilos. El cultivo es el estándar de oro para determinar el organismo causante de la meningitis. Sin embargo, la reacción en cadena de la polimerasa es mucho más rápida y sensible en algunas circunstancias. La aglutinación en látex, con alta sensibilidad pero baja especificidad, puede desempeñar un papel en el manejo de la meningitis parcialmente tratada. Para probar la infección herpética, criptocócica o tuberculosa, se pueden requerir técnicas especiales de tinción o métodos de recolección.