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Investigaciones recientes de NTNU respaldan descubrimientos anteriores y también han descubierto nuevos y útiles efectos de los suplementos de omega-3 y cómo estos lípidos amortiguan las reacciones inflamatorias dañinas en el cuerpo.

Efectos poco conocidos

A pesar de los numerosos estudios clínicos y dietéticos publicados, todavía no entendemos completamente cómo afectan los ácidos grasos omega-3 a nuestras células y si esto varía de persona a persona, entre individuos sanos y enfermos, o si el mecanismo de acción varía en diferentes tejidos y células. De lo que estamos más seguros es de que los ácidos grasos omega-3 pueden amortiguar las reacciones inflamatorias. Las reacciones inflamatorias son muy importantes para combatir las infecciones, pero pueden ser perjudiciales si se activan con demasiada fuerza o en ausencia de bacterias y virus, como en las enfermedades autoinmunes y los trasplantes de órganos.

Los macrófagos, que son células inmunitarias que viven en todos los tejidos y órganos, desempeñan un papel clave en la coordinación de las reacciones inflamatorias en el cuerpo y monitorean todo lo que sucede en nuestros tejidos. Los macrófagos convierten la información que obtienen a través de varios sensores o receptores en su superficie en secreción de varias sustancias de señales similares a hormonas que controlan todas las partes de las reacciones inflamatorias.

La inflamación puede ser perjudicial

Cada vez somos más conscientes de que los macrófagos pueden ser más o menos potentes para activar reacciones inflamatorias. Las llamadas reacciones inflamatorias estériles, como las enfermedades autoinmunes, a menudo son directamente dañinas.

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La capacidad de los macrófagos para estimular reacciones inflamatorias depende de los procesos dentro de los macrófagos.

La autofagia es uno de los procesos dentro de los macrófagos que es importante para saber si un macrófago está calmado o hiperactivo. La autofagia (que significa «auto-comer») es un proceso clave para la degradación de proteínas disfuncionales o innecesarias y otros componentes dentro de nuestras células.

En los últimos años, hemos aprendido mucho sobre la importancia de este proceso, dicen los investigadores. El Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2016 fue otorgado a Yoshinori Ohsumi por su descubrimiento de los genes clave que controlan la autofagia.

La autofagia ocurre constantemente en todas las células y aumenta si las células están muertas de hambre o lesionadas. Planteamos la hipótesis de que los ácidos grasos omega-3 podrían amortiguar las reacciones inflamatorias al elevar la autofagia en los macrófagos. Si es así, supusimos que este efecto podría cambiar la transformación de la señal en los macrófagos y, como resultado, suprimir la activación de las reacciones inflamatorias.

Activa el proceso de autolimpieza

Al estudiar los macrófagos aislados de ratones y humanos, descubrimos que los ácidos grasos omega-3 activan la autofagia y afectan específicamente a algunas proteínas que transforman las señales del medio ambiente. Además, encontramos que los ácidos grasos omega-3 amortiguaron muchos mecanismos inflamatorios dentro de los macrófagos, pero especialmente redujeron lo que se conoce como respuesta al interferón tipo 1.

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El factor CXCL-10, que los macrófagos secretan como parte de esta respuesta al interferón después de muchos tipos de estímulos, fue el factor más claramente reducido después de agregar omega-3 a las células.

Luego examinamos muestras de sangre de un estudio clínico en pacientes con trasplante cardíaco en el que sabíamos que los suplementos de omega-3 mejoraban su estado clínico. En estos casos, encontramos que los ácidos grasos omega-3 redujeron el nivel de CXCL-10.

Suplementos beneficiosos

La autofagia, por lo tanto, cambia en los macrófagos en respuesta a los ácidos grasos omega-3 e inhibe específicamente la secreción de factores inflamatorios que pertenecen a la respuesta al interferón, con CXCL-10 mostrando la reducción más clara. Los resultados de este estudio están siendo publicados en la revista Autofagia.

Estos hallazgos indican que los suplementos de ácidos grasos omega-3 pueden ser particularmente beneficiosos en pacientes que tienen afecciones impulsadas o agravadas por una fuerte respuesta al interferón y CXCL-10.

Nuestro grupo de investigación espera que este día beneficie a pacientes con diferentes formas de cáncer, meningitis, esclerosis múltiple, enfermedad de Alzheimer o ictericia. Pero debemos hacer hincapié en que queda mucho trabajo por hacer.